sábado, 11 de junio de 2011 66 comentarios

Bombas Yucatecas.

Jarana

La bomba yucateca generalmente es una cuarteta o una redondina octosílaba que se dice como piropo a la mujer con quien se baila o hace alusión al momento que se disfruta. Puede ser romántica o jocosa, pero nunca grosera.

Comienza la orquesta tocando una jarana, y salen las parejas al centro de la pista. El mestizo vistiendo pantalones de lino y una filipina ambos blancos sin mácula, un paliacate rojo colgando de la bolsa derecha de los pantalones, un sombrero tipo "jipi" y unas alpargatas "chillonas".

Por su parte ella, porta orgullosa un huipil bordado en punto de cruz, fustan adornado a base de hilo contado, zapatos de raso bordado de seda, rebozo de Santa María, el cabello recogido en un chongo bien peinado y adornado con un espectacular arreglo floral, completando su atuendo con un rosario y aretes de filigrana en oro de 14 kilates. La pareja presume sus mejores pasos zapateando al ritmo de la música.

De pronto una voz grita: "Bomba" y la música se interrumpe, entonces el mestizo se adelanta y dice la cuarteta y la mestiza le contesta con otra cuarteta si se diera el caso;  al terminar el comentario jocoso y/o chusco, la gente  grita: "Bravo" y continúa la música.

He aquí algunas bombas Yucatecas:

En esa boquita en flor
que te ha regalado Dios,
no hay ningún labio inferior,
son superiores los dos.
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Mestiza bella y galana
de Yucatán linda flor,
tu hermosura meridiana
hace que cada mañana
viva soñando en tu amor.
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Quisiera ser el mecate
de tu leña mi tesoro,
para tenerte amarrada
y decirte que te adoro.
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Un yucateco cayó
de lo alto de una iglesia,
ningún hueso se rompió
porque cayo de cabeza
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Dices que soy cabezón
y es muy grande tu franqueza
si así tengo la cabeza
cómo tendré el corazón
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En la esquina de tu casa
hoy martes te volví a ver,
seré tonto linda hermosa
si no te invito a comer.
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El:
Quisiera volverme el suelo
que pisa tu taconeo
y así mirar lo que creo
no se mira ni en el cielo

Ella:
Estás loco o por ahí vas
para que quieres ser suelo
lo que quieres ver tontuelo
tiene puesto su antifaz.
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El:
¿Quieres linda mesticita
Que yo te diga una cosa?
Ella:
Sí, dime mi amor,
Que me parezco a una rosa?...

El:
No, yo no, mestiza pretendo
decirte que estás hermosa
yo mismo ya no me entiendo:
quiero pedirte otra..."cosa".

Ella:
La "cosita" que tu piensas
yo no te la puedo dar;
porque antes que la tuvieras
conmigo te haz de casar.
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A un viejo sordo invité
A subir a una avioneta
Y él me dijo -¿una coqueta?
A mis años ¿para qué?
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¡Mare! Qué linda estás
cuando te miro de lado
pero más bella estarás
con el vestido escotado.
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El:
Quiero casarme contigo, ¿pero
con qué te mantengo?,
solo que comas zacate como
la mula que tengo

Ella:
No  me la puedo comer,
porque me duele la muela,
si no te lo comes tú,
que se lo coma tu abuela
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Ayer pasé por tu casa
y me ladraron los perros,
quise agarrar una piedra
y se me embarraron... los dedos
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Quisiera ser zapatito
que calza tu lindo pié
para ver de vez en cuando
lo que el zapatito vé.
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¡Bomba, bombacho!,
el que se ria de mí,
está loco, mariguano,
o de plano está borracho.
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Del cielo cayó un pañuelo
bordado de mil colores
y en cada color decía:
mestiza de mis amores.
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EL:
El día que nos casamos
no cabía yo de gozo;
pero en la noche de bodas...
resultó muy "hondo el pozo".

Ella:
Si está muy "hondo el pocito",
es algo que no te importa;
lo que pasa, chaparrito,
que traes la "soga muy corta".
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Si visitas Yucatán
y tómas agua de pozo
de aquí te enamorarás
y aquí vivirás dichoso.









martes, 7 de junio de 2011 1 comentarios

A Papá en su quinto aniversario luctuoso.

Padre e hijo
Querido Papá:

Como todos los días, después de tu partida, amanece y tu no estás; cuanto extraño tu presencia, tus pasos, tus ires y venires por toda la casa, tus prisas, tus conversaciones, tus regaños y... tus bromas.

Extraño esas tus bromas que me volvían loco, ese tu gran sentido del humor, tu risa y tus consejos, esos consejos a veces no pedidos, pero siempre agradecidos.

Hace ya algun tiempo que partiste y aún no me acostumbro a la soledad de la casa sin tí.
Ya se que estoy acompañado por Mamá y por mis hermanos, pero ellos, aunque les quiero bién, nunca podrán llenar el vacío que dejaste con tu partida.

Solo tu recuerdo continúa conmigo y ese recuerdo me hace felíz pero al mismo tiempo me hace sentirme desdichado porque ya no estás físicamente con nosotros. Y es que el cariño es así; te lleva al cielo y te precipita al infierno en un momento.

¿Te acuerdas de las tardes en que sentados a las puertas de la casa conversábamos de mil y un temas mientras contemplábamos el crepúsculo, en que los últimos rayos del sol pintaban con una sinfonía de colores las nubes?. Ese, decías, era tu momento favorito del día.

¿Recuerdas como debatíamos de cualquier cosa: de política, de economía, de poesía, de trabajo y de tu tema favorito: la religión?.

Casi siempre me ganabas, no se como le hacías para convencerme, y yo, felíz de perder ante un adversario de tu categoría; aunque también yo tenía, de vez en cuando, mis pequeñas victorias las cuales reconocías...aunque no de muy buena gana. ¡Qué tiempos aquellos Papá!.

Recuerdo como en más de una ocación, al pedirte un consejo, solo me decías:
—Haz todo lo que esté en tus manos y solo si después de agotar tus recursos todavia no encuentras la solución pide la ayuda Divina y déjalo en manos del "Patrón de allá arriba" (así te referías a Dios). El sabe de tus problemas; si tiene remedio, ¿para qué te preocupas?... y si no lo tiene, ¿para qué te preocupas?; eso sí, mantente atento y verás que nuestro querido "Patroncito" no te falla. Después, independientemente del resultado, debes de darle las gracias por los favores recibidos.—

Confieso que no entendí, ese tu dicho favorito, hasta poco despúes de tu partida; lo entendí al enfrentarme a un desagradable problema que creí sin solución.

Después de tratar de solucionarlo sin exito, decidí llevar a efecto tu consejo invocando la ayuda divina y manteniéndome a la espectativa por si acaso, y para mi sorpresa, se solucionó de la mejor manera posible y a escasas dos horas de haberlo pedido.

¡Funcionó!, si, funcionó dejarlo todo en las manos de Dios y que las cosas sigan el curso que tienen que seguir y  dí las gracias al Padre eterno desde el fondo de mi corazón como tu me aconsejaste y hé de confesarte que me sentí muy bién al hacerlo. ¿Sabes una cosa?, ¡"El Patrón de allá arriba" trabaja rápido!.

Ahora, con la experiencia adquirida con los años, aún brego contra corriente con los problemas, que de no encontrarles solución, ellos (los problemas), pasan a las manos expertas del "Patrón de allá arriba", como tu le decías.

Me gusta recordar el pasado porque en el estás TÚ, un pasado felíz y triste al mismo tiempo, un pasado lleno de luchas, de lágrimas y de risas, de triunfos y de fracasos, de alegrías y de tristezas, un pasado lleno de vida y de esperanzas, pero sobre todo, un pasado lleno de amor hacia los tuyos.

En fín, la vida sigue su curso y solo me queda esperar el día en que nos reunamos de nueva cuenta.

Ahora, ante tu tumba recien cubierta de flores, elevo una oración por tu alma y enciendo una veladora en tu honor. Hasta siempre Papá, hasta que el Padre Eterno (el "Patrón de allá arriba"), nos reuna otra vez.

Con profundo amor y respeto, tu hijo: Luis.